Diagrama en el cual se representa a la kuṇḍalinī en estado potencial o "aletargada" en el mūlādhāra cakra o perineo. De acuerdo con los practicantes del Kundalini yoga, la meditación basada en la respiración prāṇāyāma, con reiteraciones de mantras y bandha activa la kundalini para que esta ascienda a lo largo de la gran nāḍī, denominada abaduhti o sushumná, a lo largo de la raquis y hasta el vértex craneal, pasando por el ajna; en cuyo trayecto va abriendo (o despertando) y activando ascendentemente cada uno de los chakras, ondulando u oscilando armónicamente entre las otras dos importantes nāḍī, llamadas idá y pingalá hasta que, tras un tiempo adecuado de meditación, se activa el sahasrara chakra o loto de los diez mil pétalos, produciendo un samādhi.[cita requerida]
En el marco del hinduismo, la kundalini (en sánscrito: कुण्डलिनी, AITS: kuṇḍalinī, en castellano: 'la enroscada')[1] es la energía vital (denominada prana), cuyo flujo se visualiza
y/o se representa como una serpiente enroscada en espiral y dormida en el muladhara chakra.[2] Cuando la kundalini se despierta, la consciencia del mundo emerge.[1][3]
La kundalini es la energía primordial o shakti que llega a desarrollarse en plenitud al reunirse con la conciencia (Shivá), y el atma (alma) con el Brahman.
Varias doctrinas utilizan este concepto de la kundalini: