Shangri-La

Shangri-La es el topónimo de un lugar ficticio, descrito en la novela Horizontes perdidos (Lost Horizon), publicada en 1933 por su creador, el británico James Hilton, y adaptada al cine dos veces con el mismo nombre, en 1937 dirigida por Frank Capra y en en 1973 dirigida por Charles Jarrott; el nombre trata de evocar el imaginario exótico de Oriente. En Horizontes perdidos, se describe a Shangri-La como un valle místico y armonioso, guiado dulcemente desde una lamasería (monasterio budista tibetano), enclavado en el extremo occidental de las Montañas Kunlun; las personas que viven en Shangri-La son casi inmortales, viven cientos de años más que el resto de los seres humanos y envejecen muy lentamente. Por extensión, el término se aplica para describir cualquier paraíso terrenal, pero sobre todo a una utopía del Himalaya: una tierra de felicidad permanente, aislada del mundo exterior.

En las antiguas escrituras tibetanas, la existencia de siete de esos lugares se menciona como Nghe-Beyul Khembalung.[1]​ Khembalung es uno de los beyul —tierras ocultas similares a Shangri-La— creados, según la tradición, por Padmasambhava en el siglo IX como refugios idílicos y sagrados para los budistas en tiempos de conflicto (Reinhard, 1978).

  1. Shrestha, Dr. Tirtha Bahadur; Joshi, Rabindra Man; Sangam, Khagendra (Julio de 2009). The Makalu-Barun National Park & Buffer Zone Brochure (en inglés). Makalu-Barun National Park. 

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