Un armario normal. En este caso un armario de alrededor de 1900, sólo de madera, sin tornillos ni clavos.
Un armario, escaparate (en Venezuela y Cuba),[1][2] clóset (en Hispanoamérica),[3] aparador (en Filipinas),[4] ropero, guardarropa, placar o placard (en Río de la Plata),[5][6] es un mueble cerrado por medio de puertas, en cuya distribución interior puede haber estantes, colgadores para perchas y cajones, ideado para guardar cosas.[7] Las puertas pueden ser batientes o correderas, utilizándose las segundas en lugares de paso estrecho, ya que necesitan menos espacio.
El armario es propio de cualquier estancia de la casa, adecuando su forma y dimensiones al uso al que va destinado:
En la cocina, los armarios son pequeños y se colocan bajo la encimera o suspendidos de la pared, y se utilizan para guardar alimentos o enseres de cocina.
Si se colocan en los recibidores para dejar prendas de abrigo, reciben el nombre de gabaneros.
En los cuartos de baño son pequeños y sirven para guardar productos cosméticos o de higiene personal.
El armario empotrado es el que tiene visible únicamente la parte frontal, estando el resto unido por obra a las paredes o tabiques de la estancia en que se ubica. En el Río de la Plata se lo conoce como placard o placar. Los espacios habilitados como vestidores suelen estar revestidos de armarios sin puertas.