Casamiento entre primos

Charles Darwin y su esposa Emma eran primos carnales.

El matrimonio entre primos es un matrimonio entre personas que poseen un abuelo en común o entre personas que comparten otro ancestro relativamente reciente. Distintas sociedades tienen diferentes posiciones con respecto a estas uniones. En algunas sociedades son considerados el tipo de unión ideal y como tales se los promueve, en otras sociedades estas uniones son poco comunes aunque aun legales, mientras que en otras regiones se las considera uniones incestuosas y están legalmente prohibidas. Aunque en la actualidad se encuentran estigmatizados en el mundo occidental,[1]​ los casamientos entre primos son frecuentes en el mundo, donde en algunas naciones casi la mitad de todos los matrimonios son casamientos entre primos, por ejemplo Albania.[2]​ A nivel mundial tres de cada diez casamientos se realizan entre primos hermanos o carnales (los padres son hermanos), segundos (los abuelos son hermanos) o terceros (los bisabuelos son hermanos).[3]

Un tipo de casamiento entre primos que ha sido permitido en muchas culturas es el casamiento cruzado entre primos. Este tipo de casamiento era común en el pasado en las tribus aborígenes de América, Australia y Polinesia.[4]​ Mientras que algunas religiones han llegado a prohibir el casamiento entre primos de grado seis o grado de parentesco más cercano, otras no ponen reparos al casamiento entre primos carnales. El casamiento entre primos es un tema importante analizado por la antropología y la teoría de la alianza.[5]

Algunos que están a favor del casamiento entre primos en Occidente consideran a las prohibiciones legales una forma de discriminación,[6][7]​ mientras que los opositores a veces apelan a argumentos morales o de otro tipo.[8]

Incluso, muchos especulan que el casamiento entre primos, especialmente entre primos hermanos, puede conllevar el riesgo de que la descendencia pudiera tener taras o defectos congénitos, sin embargo, indican que las probabilidades de que los bebés de estos matrimonios vengan al mundo con problemas congénitos es un 1,7 % mayor que el de las parejas sin lazos sanguíneos y la tasa de mortalidad es un 4,4 % más elevada. No obstante, estas cifras son las mismas que se atribuyen a las mujeres que van a ser madres a partir de los 40 años[9][10]

  1. Diane B. Paul and Hamish G. Spencer. "It's Ok, We're Not Cousins by Blood."
  2. Dr. Alan Bittles; Dr. Michael Black. «Global prevalence». consang.net. Archivado desde el original el 11 de febrero de 2016. Consultado el 15 de septiembre de 2015. 
  3. Kershaw, Sarah (26 de noviembre de 2009). «Shaking Off the Shame». The New York Times. 
  4. Zhaoxiang 2001.
  5. Ottenheimer, Martin (1996). "Chapter 5". Forbidden Relatives: The American Myth of Cousin Marriage. University of Illinois.
  6. «Thoughts on cousin marriage | Cousin Marriage Resources». CousinCouples.com. Archivado desde el original el 16 de febrero de 2019. 
  7. Brandon Keim (23 de diciembre de 2008). «Cousin Marriage OK by Science». Wired. 
  8. The Love That Dare Not Speak Its Surname: What's wrong with marrying your cousin?
  9. ISABEL F. LANTIGUA (23 del 12 de 2008). «La salud de los hijos de primos hermanos». Consultado el 21 de noviembre de 2021. 
  10. Lores, Alexandra (28 de octubre de 2016). «La verdad de por qué no nos casamos con nuestros primos (aunque sea legal)». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 16 de abril de 2022. 

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