Di indigetes

En la terminología del filólogo clásico alemán Georg Wissowa, los dioses indigetes («originarios del país, oriundos», en latín: di indigetes) eran un grupo de dioses, númenes y genios romanos no adoptados de otras mitologías, oponiéndose así a los di novensides («dioses recién llegados»).[1]​ Se le llamaron en Roma indigetes a una categoría de divinidades numerosísimas, cuya función se limita al cumplimiento de un acto determinado y que en general no poseen mitología. Estos estaban por todas partes y algunos indigetes acompañaban a la persona desde su mismísimo nacimiento.

El término Indiges («Indígena») es un epíteto del latín clásico, aplicada a la deidad solar Sol (Sol Indiges) y a Júpiter de Lavinio, más tarde identificado con Eneas. Wissowa interpretó que significaba «indígena», pero se trata de una deducción que no está unánimemente aceptada. El verdadero significado del término «indiges» permanece en la incógnita.

Una teoría supone que significa «hablante interior», y que es anterior al reconocimiento de las personas divinas. Otra teoría, por su parte, a la que se adhiere el Oxford Classical Dictionary, apunta a que significa «invocado» («dirigido a», como en la palabra relacionada indigitamenta, referida a las listas de deidades que mantenía el colegio de pontífices para asegurar que se invocaran los nombres divinos correctos en las oraciones públicas).[2]​ Sin embargo, la clasificación como conjunto de divinidades autóctonas antes que importadas es la más habitual.

Las Indigitamenta son himnos en honor de los dioses romanos, particularmente de los indigetes. La Indigitamenta es término colectivo con el que los romanos designaban a un grupo de divinidades. Divinidades menores que realizaban funciones muy concretas y particulares y que reflejaban el pensamiento mágico de la religión romana. Según los Padres de la Iglesia, que nos han conservado principalmente el recuerdo de los "dioses indigetes", se trataba de una "polvareda de dioses", de una multitud innumerable. Exige la presencia de un principio sobrenatural eficaz en las acciones mundanas. En la época clásica solo sobrevivieron en el pensamiento de los pontífices y el las letras de los historiadores como Varrón, cuyas obras son la fuente de autores cristianos. Su estudio está más cerca de la historia de las religiones que de la mitología.

W.H. Roscher recopiló la lista moderna estándar de la indigitamenta.[3]​ Roscher, sin embargo, no considera que Robigus ni Maya (Maia) formaran parte de los indigitamenta. Maya es «una deidad conocida aparentemente sólo por los sacerdotes y los sabios», según Macrobio[4]​ una indigitación de la Bona Dea.[5]​ Otras menciones son dudosas: Orco y Vejove son de origen incierto pero probablemente indigetes. Mercurio es tardío aunque etimológicamente uno de los indigetes.

  1. August Pauly & Georg Wissowa, eds. Paulys Realencyclopädie der classischen Altertumswissenschaft: neue Bearbeitung, Stuttgart: J. B. Metzler, 1894-1980. en línea. V. t. Kurt Latte, Roemische Religionsgeschichte (Munich, 1960), pp. 44-45.
  2. Scheid, John (22 de diciembre de 2015). indigetes (en inglés). Oxford University Press. ISBN 978-0-19-938113-5. doi:10.1093/acrefore/9780199381135.013.3278. Consultado el 3 de abril de 2023. 
  3. W.H. Roscher: Ausführliches Lexikon der griechischen und römischen Mythologie (Leipzig: Teubner, 1890–94), vol. 2, pt. 1, pp. 187–233.
  4. Macrobius, Saturnalia 1.12.
  5. Fowler, Roman Festivals, p. 99.

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