Dreadnought

El más antiguo de los dreadnought de EE.UU. que ha sobrevivido, el USS Texas, entró en servicio en 1914, y es en la actualidad un buque museo.

Los dreadnought, también llamados acorazados monocalibre, fueron el tipo predominante de acorazado durante el siglo XX. El primero de este tipo, el HMS Dreadnought de la Marina Real británica causó tal conmoción cuando entró en servicio en 1906, que los acorazados que entraron en servicio posteriormente basados en su diseño monocalibre fueron clasificados genéricamente como dreadnoughts, mientras que los diseños previos fueron denominados pre-dreadnoughts. Su diseño tenía dos características revolucionarias: un armamento pesado de calibre único y propulsión mediante turbinas de vapor. La llegada de este tipo de naves reavivó la carrera armamentística, principalmente entre el Reino Unido y el Imperio Alemán, pero con repercusión mundial, dado que este nuevo tipo de buque de guerra pasó a ser un símbolo crucial del poderío nacional.

El concepto de un buque monocalibre estuvo en desarrollo durante varios años previamente a la construcción del HMS Dreadnought. La Armada Imperial Japonesa inició trabajos en un acorazado de este tipo en 1904, pero el buque fue finalizado como un pre-dreadnought. El desarrollo técnico progresó rápidamente, y posteriores diseños incrementaron rápidamente el tamaño e hicieron uso de mejoras en armamento, blindaje y propulsión. En apenas diez años, otros acorazados dejaron anticuado al mismo HMS Dreadnought. Estos buques fueron denominados super-dreadnoughts. Muchos de los dreadnoughts fueron desguazados tras la Primera Guerra Mundial bajo los términos del Tratado Naval de Washington, pero varios de los más modernos super-dreadnought continuaron en servicio hasta llegar a combatir en la Segunda Guerra Mundial.

Pese a que la construcción de dreadnoughts consumió gran cantidad de recursos en los primeros años del siglo XX, tan sólo hubo un encuentro entre flotas equipadas con este tipo de acorazado. Durante la batalla de Jutlandia, la Marina Real Británica y la Marina Imperial Alemana se enfrentaron sin un resultado decisivo. El mismo término dreadnought (literalmente, no teme nada, o impávido, en el idioma inglés) empezó a entrar en desuso tras la Primera Guerra Mundial, especialmente tras la firma del Tratado Naval de Washington, ya que para ese momento todos los acorazados existentes compartían las mismas características, que asimismo tenían los cruceros de batalla, el otro tipo de buque resultante de la revolución dreadnought.[1]

  1. Mackay, 1973, p. 326.

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