Estela (monumento)

Estela medieval de Vidrieros (Palencia, Castilla y León).
Estelas mayas en Campeche, México.
Estela cántabra de Zurita (Cantabria).
Estela N de Copán, cara sur, representando al rey K'ac Yipyaj Chan K'awiil ("Concha humeante"), dibujado por Catherwood en 1839.

Estela (del latín stēla, esto a su vez del griego στήλη, stēlē) es la denominación de un monumento, usualmente monolítico y con mayor altura que anchura, en forma de lápida, pedestal o cipo, que se erige sobre el suelo. La superficie suele llevar textos, signos, símbolos, y figuras que describen el porqué de su ubicación y pueden constituir importantes documentos para arqueólogos e historiadores, apoyados por especialistas en epigrafía. Los textos y figuras pueden ser inscritas, en forma de relieve, o pintadas. Las estelas son de diversos materiales pétreos y variados tamaños, pudiendo algunas alcanzar grandes dimensiones.

Una estela puede tener una función conmemorativa, funeraria, religiosa, mágico-curativa o geográfica. Las funerarias marcan una sepultura. Las geográficas sirvieron como hitos fronterizos para marcar fronteras y límites de propiedad. De vez en cuando se erigieron estelas para conmemorar batallas; por ejemplo, entre otros monumentos, hay más de media docena de estelas sobre el campo de la batalla de Waterloo en los lugares donde ocurrieron acciones notables. Las culturas antiguas de Grecia y Roma también usaban estelas para anuncios oficiales del gobierno.

El uso del término "estela" es inconsistente dependiendo de la cultura de que se trata. Se aplica con más frecuencia en contextos arqueológicos a artefactos de Europa, las culturas antiguas del Medio Oriente y Egipto,[1]​ China, y la América precolombina. Las lápidas funerarias occidentales normalmente no se denominan como estelas, aunque la definición lo justificaría.

  1. Collon

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