Historia del arte occidental

La historia del arte occidental se reduce, de acuerdo a la tradición historiográfica, a la historia del arte europeo[1]Edad Media así como a sus orígenes en el arte clásico greco-romano y sus precedentes inmediatos, Egipto y Próximo Oriente. La misma rescata una colección de obras que para el mundo occidental "poseen significación estética".[2]

En consecuencia con la postura de la academia, las producciones artísticas de otras civilizaciones como la china o la japonesa, e incluso las de zonas periféricas de la misma civilización occidental (como la propia América colonial) han quedado por fuera de este gran relato. Tal decisión suele ser acusada de eurocentrismo por parte de los partidarios de una perspectiva global.[3]

Es característico de la bibliografía la periodización, es decir, la división en sucesivas unidades de estudio. Para definir los períodos se utilizan vocablos de muy diverso calibre como nombres de países, ciudades, territorios, culturas, civilizaciones, escuelas o simplemente rótulos puestos arbitrariamente a posteriori por la propia historia del arte.[4]​ Como reconoce Erwin Panofsky, esta tendencia a dividir en períodos o "megaperíodos", como él los llama, se hace necesario en tanto que permite diferenciarlos y entenderlos.[5]

La división que prosigue es un ejemplo de ese orden, netamente cronológico y en parte evolutivo.

  1. Estudiosos como Giulio Carlo Argan, consideran el arte contemporáneo como un desbordamiento de la crisis del arte en cuanto a ciencia europea.
    Los estudios sobre historia del arte, por otro lado, suelen centrarse en la pintura, la arquitectura y la escultura, dejando de lado otras ramas como la literatura o la música, las cuales son estudiadas en trabajos más especializados.
  2. Panofsky, Erwin. 1955 Meaning in the Visual Arts, The University of Chicago Press, Chicago.
  3. El "eurocentrismo" es sostenido entre otros autores, por Enrique Dussel, quien marca como punto de origen el “descubrimiento” de América en 1492, cuando a partir del proceso de colonización de América, se da el inicio al desarrollo económico y cultural de Europa, que queda a la cabeza de la civilización occidental y por tanto es el centro de producción de conocimiento.
  4. Un claro ejemplo de esta costumbre, es el propio término del estilo “románico” que fue puesto por Charles de Gerville en 1818, para explicar la producción artística posterior a la caída del Imperio romano y anterior al estilo gótico. La primera vez que se lo menciona, es en una carta de Gerville a Auguste Le Prevost en la que habla sobre el medioevo.
  5. El autor expone estas ideas en "Renacimiento y renacimientos en el arte occidental", obra que recoge una serie de conferencias dadas por Erwin Panofsky en 1952, a modo de curso de verano para la universidad de Uppsala (Suecia).

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