Historicismo

Retrato de Leopold von Ranke (1795-1886).

El historicismo (del alemán Historismus), también conocido como historicismo clásico, es una corriente de pensamiento surgida en los estados alemanes hacia fines del siglo XVIII, que enfatizó en la historicidad como el factor esencial para la comprensión del hombre y de los fenómenos sociales.[1]​Como tal, mantuvo una relación fluida con los desarrollos de la hermenéutica y de la totalidad de las ciencias históricas, así como —en ocasiones— con la filosofía de la historia. A lo largo del siglo XIX —llamado por Gabriel Monod "el siglo de la Historia"— el historicismo alcanzó una gran difusión en Occidente como marco para convertir a la historiografía en una disciplina académica por derecho propio.

El término fue empleado por Schlegel ya en 1797 para caracterizar al enfoque neoclásico en la historia del arte. Sin embargo, pocos de sus exponentes se reconocieron como "historicistas", por lo que la caracterización de éstos como tales se trata en gran medida de una construcción a posteriori. Diversas corrientes de varias disciplinas han sido consideradas historicistas, como el historicismo jurídico, el historicismo en economía, la arquitectura historicista, el historicismo filosófico, el historicismo antropológico, el historicismo teológico y el historicismo literario, entre muchos otros. No obstante, se considera que la principal y más influyente es la que se gestó en el seno de la llamada escuela histórica alemana, que tuvo a Barthold Georg Niebuhr y Leopold von Ranke como sus mayores exponentes.

  1. Huelga, Luis Alfonso Iglesias (12 de septiembre de 2018). «Historicismo: el ser humano en el proceso de la historia - Filosofía & co.». www.filco.es. Consultado el 15 de septiembre de 2022. 

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