Karma

Nudo infinito
Rueda budista de oración, en un templo nepalí, hecha a mano
Los símbolos del karma ―como el nudo sinfín (arriba)― son motivos culturales comunes en Asia. El nudo infinito simboliza la interconexión entre las causas y los efectos, un ciclo kármico que continúa eternamente. El nudo infinito es visible en el centro de la rueda budista de oración.

Según las religiones dhármicas, el karma (en sánscrito: कर्म) es una energía o ley cósmica trascendente (invisible e inmensurable) que se genera a partir de los actos de las personas. También conocido como un espíritu de justicia y/o equilibrio.

Es una creencia central en la doctrina del hinduismo, el budismo, el jainismo,[1]​ el ayyavazhi y el espiritismo.

Aunque estas doctrinas expresan diferencias en el significado mismo de la palabra karma, tienen una base común de interpretación. Generalmente, el karma se interpreta como una «ley» cósmica de retribución, o de causa y efecto. Se refiere al concepto de «acción» entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de causa y efecto. Según el karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores. Siendo el sentido de la vida, el poder aprender y progresar a través de las diferentes vidas que el alma (atman) transite (a consecuencia del Karma) hasta poder finalmente lograr reconocer y sentir la verdadera naturaleza de la existencia (la realidad última).

El karma, principalmente en el occidente, a menudo se malinterpreta como destino, fatalidad o predeterminación; sin embargo estos conceptos tienen una terminología específica en sánscrito conocida como Prarabdha.

El karma explica los dramas humanos como la reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado más o menos inmediato. Según el hinduismo más religioso, la reacción correspondiente es generada por el dios Iama; sin embargo a nivel de las filosofías hindúes, así como en el budismo y el jainismo ―donde en estos últimos no existe ningún dios controlador― esa reacción es generada como una ley de la naturaleza (como la gravedad, que no tiene ninguna deidad que la controle).

En las creencias indias, los efectos del karma de todos los hechos son vistos como experiencias activamente cambiantes en el pasado, presente y futuro.[2]

Según esta doctrina, las personas tienen la libertad para elegir entre hacer el bien y el mal, pero tienen que asumir las consecuencias derivadas.

  1. Parvesh Singla. The manual of life – karma. Parvesh singla. pp. 5-. GGKEY:0XFSARN29ZZ. Consultado el 4 de junio de 2011. 
  2. Powis Hoult (1910): A dictionary of some theosophical terms (pág. 67), 1910.

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