Ocultismo

El ocultismo (también, las ciencias ocultas o las artes ocultas) es el estudio de diversos conocimientos y prácticas misteriosas como la magia, la alquimia (como disciplina espiritual y filosófica), la adivinación, etcétera, que desde la Antigüedad pretenden estudiar los secretos del universo.[1]

La palabra española «ocultismo» deriva de la voz latina occultus, que significa ‘oculto, clandestino, escondido, secreto’, y que proviene de occulere (‘ocultar’).

Lo oculto es todo aquello que no tiene explicación, cuyo conocimiento no está a disposición de los no iniciados.[2]​ En el lenguaje común, tanto en inglés como en español, lo oculto se refiere al conocimiento de lo paranormal e inexplicable, en oposición del conocimiento de lo medible y explicable, usualmente referido como ciencia.[3]​ El término a veces se utiliza para designar el conocimiento que está destinado a ciertas personas y que debe permanecer fuera de la vista de aquellos no iniciados en el tema. Para muchos estudiosos ocultistas, lo oculto es simplemente el estudio de la realidad espiritual subyacente y más profunda que va más allá de la razón pura y de las ciencias del conocimiento de lo sensible y físico.[4]​ Los términos esotérico[5]​ y arcano tienen un significado similar y en muchos contextos los tres términos son intercambiables.[6][7]

El ocultismo también se refiere a cierto tipo de organizaciones u órdenes, sus enseñanzas y prácticas y a las corrientes literarias y de filosofía espiritual, presentes e históricas, relacionadas con este tema.

El término ciencias ocultas se utilizaba en la Europa del siglo XVI para referirse a la astrología, la alquimia y la magia natural. El término occultismo surgió en Francia del siglo XIX,[8]​ entre figuras como Antoine Court de Gébelin.[9]​. Llegó a asociarse con varios grupos esotéricos franceses relacionados con Eliphas Lévi y Papus, y en 1875 fue introducido en la lengua inglesa por la esoterista Helena Blavatsky.

  1. Real Academia Española: «Ocultismo», definición publicada en el Diccionario de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe, 2001.
  2. «Oculto», definición publicada en el sitio web Wikcionario.
  3. Underhill, E. (1974): Mysticism. Nueva York: Meridian, 1974.
  4. Blavatsky, H. P. (1897): Occultism of the secret doctrine. Whitefish (MT): Kessinger Publishing, 1897.
  5. Sociedad Biosófica: «¿Por qué la biosofía?», artículo publicado en la Revista Biosofía (España), edición n.º 1.
    Desde una postura no académica, y sí más vivencial, el verdadero esoterismo no tiene nada que ver con supersticiones, creencias y fenómenos milagreros, posturas que ―juntamente con las del fanatismo, el sectarismo y la intolerancia― se colocan entre los grandes obstáculos para la madurez evolutiva del ser humano, y para el crecimiento para una conciencia más amplia y más libre. El esoterismo propugna por el reconocimiento de una sabiduría universal que atraviesa múltiples tiempos y latitudes (con sus peculiaridades civilizatorias y culturales), y que ha ido (y continuará) manifestándose a través de las más diversas formas y tradiciones ―religiosas, filosóficas y científicas― capaces de contribuir a su comprensión. Entiende el espíritu y la materia como los dos polos (o el padre y la madre, de cuya relación nace la conciencia individual) de la vida universal que los sintetiza, y por eso sustenta la posibilidad de una conciencia del espíritu o ciencia esotérica ―incidente sobre el mundo interno de causas, valores y significados― de la misma manera como se considera posible una ciencia de la materia ―el mundo externo de los efectos fenoménicos, de los objetos y significantes.
  6. Houghton Mifflin Company (2004): The American Heritage College Thesaurus (pág. 530). Boston (Estados Unidos): Houghton Mifflin (2004).
  7. Wright, C. F. (1895): An outline of the principles of modern theosophy. Boston (Estados Unidos): New England Theosophical Corporation, 1895.
  8. Pasi, 2006.
  9. Welburn y Heinzen, 1986, p. 107.

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