Sexo

El éxito reproductivo del sexo en animales: la fusión de un espermatozoide y un óvulo, que al unirse crean un cigoto.

El sexo biológico alude a la anatomía física de un organismo o de una persona, tanto a los órganos sexuales externos como a los atributos físicos derivados, los cromosomas sexuales y las estructuras reproductivas internas. Para la mayoría de las personas, los indicadores anatómicos del sexo se alinean de un modo binario, siendo su sexo masculino o femenino,[1]​ sin embargo, también pueden darse variaciones intersexuales que son propias de la especie humana y de otras especie animales. La intersexualidad hace que el individuo nazca con una anatomía reproductiva o sexual que no se ajusta completamente a lo que se espera de un cuerpo femenino o un cuerpo masculino, normalmente debido a que el individuo nace con genitales o rasgos no normativos.[2][3]

La reproducción sexual implica la combinación de células especializadas llamadas gametos para formar hijos que heredan el material genético, y por tanto los rasgos y naturaleza de ambos padres. Los gametos pueden ser idénticos en forma y función (isogametos), pero en algunos casos han evolucionado hacia una asimetría de tal manera que hay dos tipos de gametos específicos por sexo (heterogametos): los gametos masculinos son pequeños, móviles, y optimizados para el transporte de su información genética a cierta distancia; mientras que los gametos femeninos son grandes, no móviles y contienen los nutrientes necesarios para el desarrollo temprano del organismo joven.

El sexo de un organismo se define por los gametos que produce: los del sexo masculino producen gametos masculinos (espermatozoides) mientras que los de sexo femenino producen gametos femeninos (óvulos), los organismos individuales que producen tanto gametos masculinos como gametos femeninos se denominan hermafroditas. En la especie humana no existe el hermafroditismo, pero sí la intersexualidad (anteriormente llamada seudohermafroditismo), una anomalía física congénita que, en apariencia, tiene similitudes con el hermafroditismo. Con frecuencia, las diferencias físicas se asocian con el sexo del organismo; este dimorfismo sexual puede reflejar las presiones reproductivas diferentes de cada sexo.

En la sexualidad humana, el sexo biológico constituye uno de elementos de la identidad sexual, junto a la identidad de género, la expresión de género y la orientación sexual.[4][5][6]

  1. «sexe». Diccionàri de la Llengua Catalana (en catalán). Institut d'Estudis Catalans. Consultado el 18/10/15. 
  2. Cabral M. y Benzur G. (2005). «Cuando digo intersex: un diálogo introductorio a la intersexualidad». Cad. Pagu (24). Consultado el 03/06/21. 
  3. «sexe». Diccionàri de la Llengua Catalana (en catalán). Institut d'Estudis Catalans. Consultado el 18/10/15. 
  4. Borisonik, Diego L. (2017). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, ed. Hablar de diversidad y derechos humanos. Guía informativa y práctica. ISBN 9789874017260. Consultado el 09/06/21. 
  5. Shively, Michael G.; De Cecco, John P. (2 de diciembre de 1977). «Components of Sexual Identity». Journal of Homosexuality (en inglés) 3 (1): 41-48. ISSN 0091-8369. doi:10.1300/J082v03n01_04. 
  6. Monroy, Anamely (2002). «La sexualidad en la adolescencia». En Monroy, Anameli, ed. Salud y sexualidad en la adolescencia y juventud. Editorial Pax México. p. 256. ISBN 978-968-860-507-3. 

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