Templos virreinales de Ayacucho

La ciudad de Huamanga, según Felipe Guamán Poma de Ayala. El templo con portales ocupa la extensión de la plaza con dos torres en los extremos. Parece que ha querido simbolizar una ciudad con muchos templos, colocando en su dibujo cinco torres[1]
Mapa de Ayacucho, 1865 por Mariano Paz Soldán Nótese la fuerte presencia de los templos en el tejido urbano de la ciudad.

Los templos virreinales de Ayacucho forman uno de los conjuntos monumentales, arquitectónicos y religiosos muy importantes del periodo virreinal en América. Cada uno de estos templos poseen peculiaridades que las hacen distintas unas de otras. Hechos mayoritariamente en estructura piedra y mortero y techos en bóveda corrida, muestran la religiosidad y estilo propio de la ciudad. Las fachadas son generalmente de estilo barroco. Los interiores están decorados con motivos religiosos hechos en pan de oro, en altares interiores en ofrenda a un santo en particular, muestra de una auténtica escuela ayacuchana de retablistas.[2]​ Muchos viajeros llegan a visitar dichos templos en especial en la época de Semana Santa.

Los templos son administrados por la Arquidiócesis de Ayacucho.

  1. Ludeña de la Vega, Guillermo (1975). La obra del cronista indio Felipe Guamán Poma de Ayala. Lima. 
  2. San Cristobal, Antonio. Ayacucho a la pervivencia del Barroco (1992 edición). p. 125. 

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