Tercera cruzada

Tercera cruzada
Las Cruzadas
Parte de Cruzadas
Fecha 1189-1192
Lugar Oriente Próximo (Anatolia, Levante, Palestina)
Resultado

Tratado de Ramla

  • Jerusalén sigue bajo dominio musulmán.
  • Los cruzados consolidan su poder sobre los puertos del Levante.
  • Los musulmanes permiten el comercio y la entrada de peregrinos cristianos desarmados en Tierra Santa.
Cambios territoriales Chipre, Acre, Jaffa y gran parte de la costa levantina pasan a control Cruzado.
Beligerantes
Cruzados Sarracenos

Ortodoxos

Comandantes
Cruzados Sarracenos
Fuerzas en combate
15.000 Hombres[1]
9000 Hombres[2]
9000 Hombres[3]
7000 Hombres[3]
2000 Hombres[4]
2000 Hombres[5]
2000 Hombres[5]
Desconocidas
Segunda Cruzada Tercera cruzada Cuarta Cruzada

La tercera cruzada (mayo de 1189 - septiembre de 1192), también conocida como la Cruzada de los Reyes, fue un intento de los líderes europeos para reconquistar la Tierra Santa de manos de Salah ad-Din Yusuf ibn Ayyub, conocido en español como Saladino. Fue un éxito parcial, pero no llegó a su objetivo último: la conquista de Jerusalén.

Tras el fracaso de la segunda cruzada, la dinastía Zengida controló una Siria unida y comprometida en un conflicto con los gobernantes fatimíes de Egipto, que finalmente dio lugar a la unificación de las fuerzas egipcias y sirias bajo el mando de Saladino, que los empleó para reducir la presencia cristiana en Tierra Santa y recuperar Jerusalén en 1187. Estimulados por el celo religioso, Enrique II de Inglaterra y Felipe II de Francia pusieron fin a su conflicto para llevar una nueva cruzada, aunque la muerte de Enrique en 1189 dejó a los ingleses bajo el gobierno de Ricardo Corazón de León. El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico Barbarroja respondió a la llamada a las armas y dirigió un ejército poderoso a través de Anatolia, pero se ahogó antes de llegar a la Tierra Santa. Muchos de sus soldados desanimados volvieron a sus casas.

Después de expulsar a los musulmanes de Acre, el sucesor de Federico, Leopoldo V el Virtuoso, y Felipe salieron de Tierra Santa en agosto de 1191. Saladino no pudo derrotar a Ricardo en ningún enfrentamiento militar, que aseguró varias ciudades costeras más importantes. Sin embargo, el 2 de septiembre de 1192, Ricardo firmó un tratado con Saladino por el cual Jerusalén permanecería bajo control musulmán, pero se permitiría a los peregrinos cristianos visitar la ciudad. Ricardo salió de Tierra Santa el 9 de octubre. Los éxitos de la tercera cruzada permitirían a los cruzados mantener un reino considerable con su sede en y la costa de Siria. Sin embargo, su incapacidad para recuperar Jerusalén daría lugar a la petición de una cuarta cruzada seis años más tarde.

  1. Loud 2010, p. 19.
  2. Hosler 2018, pág. 12
  3. a b Frank McLynn. "Richard and John: Kings at War." Page 219.
  4. Hunyadi, Zsolt (2011), A keresztes háborúk világa, p. 41.
  5. a b McLynn, pág. 219

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