Devenir

En filosofía, el devenir es la posibilidad de cambio en una cosa que tiene que ser, que existe.

En el estudio filosófico de la ontología, el concepto de devenir se originó en la antigua Grecia con el filósofo Heráclito de Éfeso, quien en el siglo sexto antes de Cristo, dijo que nada en este mundo es constante excepto el cambio y el devenir (es decir, todo es impermanente). Heráclito hizo esta observación con la famosa frase "Ningún hombre jamás pisa dos veces el mismo río".[1]​ Su teoría contrasta directamente con la idea filosófica de ser, argumentada por primera vez por Parménides, un filósofo griego de la italiana Magna Grecia, que creía que el cambio o "devenir" que percibimos con nuestros sentidos es engañoso, y que existe un puro ser perfecto y eterno detrás de la naturaleza, que es la verdad última del ser. Este punto fue especificado por Parménides con la famosa cita "lo que es, es; y lo que no es, no es". Convertirse o devenir, junto con su antítesis de ser, son dos de los conceptos básicos en ontología. Los estudiosos generalmente han creído que Parménides respondía a Heráclito o Heráclito a Parménides, aunque la opinión sobre quién respondía a quién cambió a lo largo del siglo XX.

En filosofía, la palabra "devenir" se refiere a un concepto ontológico específico estudiado también por la filosofía del proceso en su conjunto o con el estudio relacionado de la teología del proceso, y Heráclito es comúnmente considerado como el "fundador del enfoque del proceso" debido a su doctrina de flujo radical.[2]

  1. Así es como Platón pone la doctrina de Heráclito. Ver Crátilo, 402a.
  2. Seibt, Johanna. «Process Philosophy». The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Edición de otoño de 2013). Consultado el 30 de abril de 2014. 

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