Caballeros templarios

Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo del Rey Salomón
Pauperes Commilitones Christi Templique Salomonic
Activa 1118/1119-1312
País Estados Pontificios
Fidelidad Estados Pontificios Papa
Tipo Orden religiosa y militar
Función Protección de los peregrinos cristianos en Tierra Santa
Tamaño 15 000-20 000 miembros, de los cuales un 10 % eran caballeros.[1][2]
Acuartelamiento Monte del Templo
Disolución 22 de marzo de 1312jul.
Alto mando
Gran maestre del Temple Hugues de Payens (Primero)
Jacques de Molay (Último)
Cultura e historia
Mote Orden del Temple
Patrono/a San Bernardo de Claraval
Lema Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini Tuo Da Gloriam ("No a nosotros, Señor, no a nosotros. Sino a tu nombre sea dada la gloria"[3]​)
Guerras y batallas

Reconquista.
Cruzadas:

La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón (en latín: Pauperes Commilitones Christi Templique Salomonici), también llamada la Orden del Templo (y a menudo se dice en la forma afrancesada Orden del Temple), cuyos miembros son conocidos como caballeros templarios, fue una de las órdenes monásticas militares católicas más poderosas de la Edad Media.[4][5]

Se mantuvo activa durante algo menos de dos siglos. Fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns tras la primera cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista (principalmente desde la ciudad portuaria de Jaffa). La orden fue reconocida por el patriarca latino de Jerusalén Garmond de Picquigny, que le impuso como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro. Esta regla, dentro del contexto templario, es conocida como Regla latina.

Aprobada oficialmente por la Iglesia católica en 1129, durante el Concilio de Troyes (celebrado en la catedral de la misma ciudad), la Orden del Templo creció rápidamente en tamaño y poder. Los caballeros templarios tenían como distintivo un manto blanco con una cruz ancorada roja sobre él. El 24 de abril de 1147, el papa Eugenio III les concedió el derecho a llevar permanentemente “la cruz sencilla, pero ancorada o patada, que simbolizaba el martirio de Cristo, de color rojo, porque el rojo era el símbolo de la sangre vertida por Cristo, pero también de la vida. La cruz estaba colocada en su manto sobre el hombro izquierdo, encima del corazón.” Militarmente, sus miembros se encontraban entre las unidades mejor entrenadas que participaron en las cruzadas.[6]​ Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura económica dentro del mundo cristiano. Crearon, incluso, nuevas técnicas financieras que constituyen una forma primitiva del moderno banco.[7][8]​ La orden, además, edificó una serie de fortificaciones por todo el mar Mediterráneo y Tierra Santa.

El éxito de los templarios se vincula estrechamente a las cruzadas. La pérdida de Tierra Santa supuso la desaparición de los apoyos a la orden. Asimismo, los rumores generados en torno a la secreta ceremonia de iniciación de los templarios crearon una gran desconfianza. Felipe IV de Francia, fuertemente endeudado con la orden y atemorizado por su creciente poder, comenzó a presionar al papa Clemente V para que tomara medidas contra sus integrantes. En 1307, un gran número de templarios fueron apresados, inducidos a confesar bajo tortura y quemados en la hoguera.[9]​ En 1312, Clemente V cedió a las presiones de Felipe IV y disolvió la orden. Su abrupta erradicación dio lugar a especulaciones y leyendas que han mantenido vivo hasta nuestros días el nombre de los caballeros templarios.[10][11][12]

  1. Burman, p. 45.
  2. Barber, "Supplying the Crusader States" dice:
    En tiempos de Molay, el Gran Maestre presidía sobre 970 casas, incluyendo comandancias y castillos en el este y el oeste, asistido por un número de miembros que se estima no era menor a 7000, con la exclusión de empleados y dependientes, los cuales debieron haber sido siete u ocho veces ese número.
  3. «Salmos 115:1». Consultado el 7 de enero de 2016.  En latín: "No a nosotros, oh Señor, no a nosotros, si no a Tu nombre da gloria". En la Vulgata latina, corresponde al salmo 113:9.
  4. Barber, Malcolm. The New Knighthood: A History of the Order of the Temple. Cambridge University Press, 1994. ISBN 0-521-42041-5.
  5. Barber, 2001, p. 19.
  6. The History Channel, Decoding the Past: The Templar Code, vídeo documental escrito por Marcy Marzuni y emitido el 7 de noviembre de 2005.
  7. Martin, p. 47.
  8. Nicholson, p. 4.
  9. Barber, Malcolm. The Trial of the Templars. Cambridge University Press, 1978. ISBN 0-521-45727-0.
  10. National Geographic, ed. (5 de octubre de 2012). «Los templarios en Tierra Santa, los monjes guerreros de Jerusalén». Consultado el 20 de enero de 2018. 
  11. «Siete siglos de fascinación templaria». ABC. 8 de abril de 2012. Consultado el 20 de enero de 2018. 
  12. «El aura esotérica del Temple». El Mundo. 25 de noviembre de 2016. Consultado el 20 de enero de 2018. 

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