Calzas

Varios tipos de calzas en la vestimenta europea septentrional hacia el siglo XVII, en un óleo de Henry Stacy Marks, datado en 1872. Museo de Liverpool.

Las calzas fueron prendas de vestir que cubrían la parte inferior del cuerpo humano. Documentadas desde el siglo vii,[1]​ las distintas variedades incluirían a lo largo de su evolución histórica: las calzas/bragas, prendas elegantes hasta la rodilla, las medias/calzas, desde la rodilla hasta el pie, sea incluido o excluido, con modelos ajustados al cuerpo u holgados —como los zaragüelles— o piezas de fantasía como las calzas botargas (anchas y largas), las calzas atacadas (síntesis de botargas y follardos),[a][2]​ o los gregüescos, prototipo de las calzas estofadas (es decir, acuchilladas, abullonadas, acolchadas, picadas, etcétera).[3]

Aunque en su origen fueron prendas masculinas, evolucionaron en diversos tipos de pantalón o calzón largo para ambos sexos.[b][4]​ Han llegado a generar modelos de leotardos, polainas («leggings»), pololos, y ‘pantis’, con desarrollo específico en actividades atléticas. Asimismo, pueden considerarse el precedente indumentario del calzón, los calzoncillos y las bragas, y etimología de calzones, calcetines, medias (de medias calzas) y calzado.[3]​ Los manuales de historia de la indumentaria consideran las calzas prendas precedentes del pantalón, las medias y los leotardos.[1][3]

  1. a b Boucher, 2009, p. 460.
  2. Herrero, 2014, p. 54 y ss.
  3. a b c Bandrés, 2002, p. 385.
  4. Laver, James (2017). Breve historia del traje y la moda. Ediciones Cátedra. ISBN 978-84-376-3728-0. 


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