Caza furtiva

Un par de rinocerontes (madre y cría) que fueron cazados de manera furtiva por sus cuernos.
Ejemplar de elefante africano de sabana (Loxodonta africana), presa habitual de la caza furtiva por sus colmillos de marfil.

La palabra caza furtiva (también llamada furtivismo) es el término empleado para definir a la caza o pesca ilegal, en zonas vedadas a la caza.

Una caza puede ser ilegal debido a:

  • La caza o la pesca se realiza fuera de la temporada legalmente establecida.
  • El cazador furtivo no posee una licencia de caza.
  • El dispositivo usado es un arma ilegal para el animal.
  • El animal o la planta está en un área de restricción de caza.
  • El derecho a cazar ese animal es reclamado por alguien.
  • Los medios usados son ilegales (por ejemplo trampas, reflectores para atontar o paralizar venados o liebres o explosivos para matar peces).
  • El animal (incluyendo peces) está protegido por leyes, o ha sido listado como especie en vías de extinción o amenazada (ejemplo Especies amenazadas, Acta de Especies Amenazadas, en EE. UU.).
  • El animal o la planta han sido marcados por un investigador (para obtener datos de población, migraciones, etc...)

Se estima que el tráfico de vida silvestre ilegal es al menos de 10 mil millones de dólares.

El furtivismo vegetal, o "tala furtiva" también crece. Un ejemplo prominente es la remoción de Ginseng[1]​ en el Parque Nacional de las Grandes Montañas Humeantes. Se estima que las plantas secas de ginseng robado, se ubica en el "mercado negro" a no menos de entre 450 y 500 dólares el gramo.

  1. «Great Smoky Mountains National Park - Threats to Wildflowers (U.S. National Park Service)». Consultado el 2009. 

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