Colaboracionismo

Conferencia de la Gran Asia Oriental (1943). La Conferencia abordó pocos temas de importancia, puesto que desde el principio estuvo destinada a ser un mero instrumento propagandístico, para ilustrar así los compromisos panasiáticos del Imperio japonés y destacar su papel como el "libertador" de Asia respecto del colonialismo occidental.[1]

La palabra colaboracionismo deriva del francés collaborationniste, término atribuido a todo aquello que tiende a auxiliar o cooperar con el invasor. Entendida como forma de traición, se refiere a la cooperación del gobierno y de los ciudadanos de un país con las fuerzas de ocupación enemiga. La actitud opuesta al colaboracionismo –la lucha contra el invasor– es representada históricamente por los movimientos de resistencia.

Los "colaboracionistas" suelen serlo por diferentes motivos: por afinidad ideológica, por simpatía por el enemigo, o por coincidencia en los objetivos, aunque también pueden serlo por coacción o incluso por miedo. En otros casos, los colaboracionistas esperan obtener ganancias, enriquecimiento o favores del enemigo. El historiador español Miguel Artola, en su estudio sobre los afrancesados a los que identifica con los «colaboracionistas», ha definido a estos últimos como «las gentes que por diversos motivos consideran un deber unirse al invasor para ver de salvar lo que se pueda de la nación, e incluso en algunos casos para medrar personalmente».[2]

  1. Gordon, Andrew (2003). The Modern History of Japan: From Tokugawa Times to the Present (en inglés). Oxford University Press. p. 211. ISBN 0195110609. Consultado el 13 de abril de 2008. 
  2. Artola, Miguel (1976) [1953]. Los afrancesados. Prólogo de Gregorio Marañón. Madrid: Turner. pp. 53-54. ISBN 84-85137-39-6. 

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