Esfalerita

Esfalerita
General
Categoría Sulfuros
Clase 2.CB.05a
Fórmula química ZnS[1]
Propiedades físicas
Color Amarilla, anaranjada, marrón, negra
Raya Amarillo pálido a marrón
Lustre Adamantino, resinoso
Transparencia Entre transparente y opaca
Sistema cristalino Cúbico
Hábito cristalino Masiva, granuda, cristales
Macla Habitual, según {111}
Exfoliación Perfecta según {011}
Fractura Concoidal
Dureza 3,5-4
Tenacidad Quebradiza
Peso específico 3,9-4,1
Índice de refracción 2,368-2,371
Esfalerita sobre dolomita. Mina Troya, Mutiloa, Guipúzcoa (España)
Esfalerita

La esfalerita o blenda es un mineral del sulfuro de zinc (ZnS).[1]​ Se conoce desde antaño, aunque en Europa no se sabía extraer ningún metal de él. Este hecho, su semejanza en algunos casos con la galena y su habitual asociación hicieron que Georgius Agricola le diera, en su obra De natura fossilium (La naturaleza de los minerales), el nombre de galena inanis («galena inservible»).[2]​ Según indica en el índice de su obra, los mineros alemanes la conocían como blende.[3]​ Probablemente la palabra blende se utilizaba para dar a entender el aspecto engañoso del mineral, tal como interpretan Agrícola y otros autores antiguos,[4]​ pero también se ha supuesto que procedía de blenden, 'cegar' o 'deslumbrar'.[5]​ Posteriormente el término -blende se empleó en alemán para formar el nombre de otros minerales de color negro y brillo semimetálico (Pechblende, 'blenda de pez', Hornblende, 'blenda córnea').[4]

Por otra parte, entre 1735 y 1756, los estudios químicos permitieron determinar la presencia de zinc como constituyente esencial de este mineral e incluso diseñar métodos para su extracción,[6]​ lo que hizo que el antiguo Blende pasara a llamarse Zincblende, 'blenda de zinc'. Los vaivenes de la nomenclatura mineralógica en la primera mitad del siglo XIX hicieron que este mineral se llamara, según Haüy, zinc sulfuré,[7]​ 'zinc sulfurado', y según Glocker[8]Sphalerites, como género (con varias especies, que eran simplemente variedades), dentro de una nomenclatura binaria semejante a la de Linneo para vegetales y animales. Este último nombre proviene del griego sphaleros, 'engañoso' (por su confusión con la galena). El sistema binario de nomenclatura mineral no tuvo éxito, pero sí el nombre elegido para este en concreto, de modo que blenda y esfalerita (y sus equivalentes en otros idiomas) se utilizaron desde entonces de forma indistinta.

En la década de 1980, la comisión responsable de nomenclatura mineral de la Asociación Internacional de Mineralogía revisó los casos de los minerales en los que se utilizaban varios nombres (como blenda/esfalerita, cianita/distena, mispiquel/arsenopirita) y eligió uno como oficial, esfalerita en este caso.[9]​ Esta modificación de la nomenclatura (su equivalente en castellano) fue aceptada y recomendada por la Sociedad Española de Mineralogía.[10]

Al ser un mineral muy común, recibió diversos nombres entre los mineros, como estoraque (por su parecido con esta resina), michoso y ojo de víbora, en México,[11]​ y falsa galena en el caso de la variedad oscura y ojo de gallo en el de la amarilla acaramelada en España.[12]

  1. a b «Sphalerite» (html). Mindat Org. (en inglés). Archivado desde el original el 28 de abril de 2003. Consultado el 7 de diciembre de 2018. 
  2. Agricolae, Georgii (1546). De natura fossilium, Lib X. (en latín). Froben, Basilea. p. 367. 
  3. Agricolae, Georgii (1546). De Natura fossilium (en latín). Froben, Basilea. p. 479. 
  4. a b Gallizin, Dimitri (1802). Recuil des noms par ordre alphabetique apropiés en minéralogie. Imprimerie de la Maison des Orphelins, Brunsvik. pp. 48-49. 
  5. Díaz G. Mauriño, Carlos (1991). Diccionario de términos mineralógicos y cristalográficos. Alianza Editorial. p. 66. ISBN 84-206-5237-7. 
  6. Thomson, Thomas (1814). «On the composition of blende». Annals of Philosophy, 4, 89-95. 
  7. Haüy, René Just (1801). Traité de mineralogie, Tomo IV (en francés). Chez Louis, París. pp. 167-180. 
  8. Glocker, Ernestus Friedericus (1847). Generum et specierum mineralium, secundum ordines naturales digestorum synopsis (en latín). Eduardum Anton, Halae Saxonum. pp. 17-18. 
  9. «International Mineralogical Association: Commission on New Minerals and Mineral Names». Mineralogical Magazine, 43, 1053-1055. 1980. 
  10. Nickel, E.H. y Mandarino, J.A. (1989). «Normas requeridas por la comisión de la I.M.A. sobre nombres de minerales y minerales nuevos y directrices sobre nomenclatura». Boletín de la Sociedad Española de Mineralogía, 12, 1-30. 
  11. del Río, Andrés (1832). Elementos de orictognosia, o del conocimiento de los fósiles. Imprenta de Juan Hurtel, Filadelfia. p. 122. 
  12. Calderón, Salvador (1910). Los minerales de España. Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas. p. 106. 

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