Flema

La flema (en griego: φλέγμα , "inflamación") es el fluido corporal segregado por la mucosa del aparato respiratorio de los mamíferos. La definición excluye aquellas mucosidades producidas en el tracto digestivo y que al final se eliminan por el conducto anal.

Se trata de un gel jugoso o moco, segregado por las células caliciformes del epitelio alveolar y traqueobronquial, que contiene glicoproteínas, anticuerpos, lípidos y otras sustancias. Su composición depende del clima, de la genética y del estado del sistema inmunitario. Su color normal es blanco transparente pero en condiciones patológicas puede variar sustancialmente dependiendo de su composición, pudiendo ser transparente, amarillo claro u oscuro, verde, marrón claro u oscuro e incluso gris.

La función de la flema o moco bronquial es mantener la humedad de las vías respiratorias bajas así como atrapar y facilitar a los cilios el desplazamiento de las partículas extrañas hacia el exterior. Por su contenido de lisozimas, lactoferrina e inmunoglobulinas también tiene funciones antimicrobianas y protege igualmente a las vías aéreas contra agentes proteolíticos como la α1-antitripsina o la α1-antiquimiotripsinao y antiproteasas como la antielastasa.[1]

La flema normalmente es producida en cantidad muy pequeña (100 ml o menos al día) y usualmente es deglutida inadvertidamente. Cuando su producción excede lo normal o aumenta su viscosidad, por una enfermedad o irritación, y se hace manifiesta al dificultar la función respiratoria, el organismo la elimina mediante la tos y la expectoración denominándose entonces esputo, siendo estos los síntomas y signos utilizados para evaluar de manera clínica la situación del paciente.

  1. Best &Taylor. Bases Fisiológicas de la Práctica Médica. Editorial Médica Panamericana, 2010. Edición 14. ISBN 9500602539, 9789500j602532

© MMXXIII Rich X Search. We shall prevail. All rights reserved. Rich X Search