Gasolina

Un tarro de albañil con gasolina.

La gasolina[1]​ (también conocida como gasoleno;[2]nafta[3]​ en Argentina, Paraguay, Uruguay; o bencina[4]​ en Chile) es un producto derivado del petróleo por destilación, que se utiliza principalmente como combustible en la mayoría de motores de combustión interna de encendido por chispa, así como en estufas y lámparas y para limpieza con disolventes, entre otras aplicaciones.

Su densidad es de 720 g (25,4 onzas)/L,[5]​ un 15% menor que la del diésel, que es de 850 g (30 onzas)/L. Un litro de gasolina proporciona al arder una energía de 34,78 MJ (9,7 kWh), aproximadamente un 10% menos que el diésel, que proporciona 38,65 MJ (10,7 kWh)/L.

En general, se obtiene a partir del petróleo por «destilación directa», es decir, gasolina de destilación directa o ausencia de hidrocarburos no saturados, de moléculas complejas aromáticas de la nafta, cuyo contenido aromático se encuentra entre 10-20% y es la fracción líquida más ligera del petróleo, exceptuando los gases. También se obtiene a partir de la conversión de fracciones pesadas del petróleo o diésel de vacío, en unidades de proceso denominadas craqueo catalítico fluidificado (FCC por sus siglas en inglés) o hidrocraqueo.

Es una mezcla de cientos de hidrocarburos individuales desde C4 (butanos y butenos) hasta C11, por ejemplo: el metilnaftaleno.

  1. Real Academia Española. «gasolina». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Real Academia Española. «gasoleno». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  3. Real Academia Española. «nafta». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  4. Real Academia Española. «bencina». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  5. «Tabla de densidades de varias sustancias, incluida la gasolina». Físicanet. Argentina. Archivado desde el original el 24 de enero de 2007. 

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