Hera (en griego ático: Ἥρα [Hēra], o equivalentemente: Ἥρη [Hērē] en jónico y griego homérico); neogriego: Ήρα [Ira]; latín: Hera) es la diosa tutelar del matrimonio y la protectora de las mujeres en su papel de esposas en la sociedad civil. Como hermana y a la vez esposa de Zeus en el panteón olímpico era la reina de los dioses y la más importante de las diosas. Era una de los Cronidas o hijos de Crono y por lo tanto tenía el mismo abolengo y dignidad que su esposo. Su equivalente en la mitología romana era Juno. Se le asociaban animales sagrados como la vaca y más tarde el pavo real. Paulatinamente Hera también fue adquiriendo atributos como una suerte de diosa del aire o atmósfera, propiciadora de vientos, lluvia y brisas.[1]
«Canto a Hera, la de áureo trono, a la que engendró Rea, a la reina inmortal, dotada de suprema hermosura, de Zeus tonante hermana y esposa, la gloriosa, a la que honran reverentes todos los bienaventurados por el vasto Olimpo, por igual que a Zeus, que se goza con el rayo».[2]
Se representa a Hera solemne, a menudo en el trono y coronada con el polos (una alta corona cilíndrica usada por varias de las Grandes diosas), pudiendo llevar en su mano una granada, símbolo de la fertilidad y el matrimonio, o una cápsula narcótica de amapola.[3] El investigador Walter Burkert escribió en Religión griega: «Sin embargo, hay registros de una representación anterior sin iconos, como una columna en Argos y una tabla en Samos».[4] Como expresa la propia Hera, sus tres ciudades más queridas eran Argos, Esparta y Micenas.[5]
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