Homo erectus pekinensis

 
Hombre de Pekín
Rango temporal: Pleistoceno medio

Réplica de un cráneo del hombre de Pekín en el Museo Paleozoológico de China
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Orden: Primates
Familia: Hominidae
Género: Homo
Especie: H. erectus
Subespecie: H. e. pekinensis
(Black, 1927)
Sinonimia

Sinanthropus pekinensis Black, 1927

El hombre de Pekín[1]​ (Homo erectus pekinensis) es una subespecie de Homo erectus propia de China. Su nombre alude a que sus restos fósiles se descubrieron al suroeste de Pekín, en una cueva de la localidad de Zhoukoudian.[2]​ Datan de hace entre 780 000 y 230 000 años (Pleistoceno medio). Es especialmente popular porque en el momento de su descubrimiento fue considerado el primer «eslabón perdido» que justificaba la teoría de la evolución. Los restos fueron encontrados entre 1921 y 1937, pero se perdieron en 1941, durante la segunda guerra sino-japonesa, conservándose hoy las réplicas, fotografías, dibujos y descripciones que se hicieron tras las excavaciones y algunos pocos restos más obtenidos del yacimiento con posterioridad.[3]

El hombre de Pekín se caracteriza por un cráneo largo y fuertemente fortificado, que presenta una barra ósea inflada que circunscribe la coronilla, cruza a lo largo del reborde de las cejas, sobre las orejas y se conecta en la parte posterior del cráneo, así como una quilla sagital que atraviesa la línea media. El hueso del cráneo y de los huesos largos está exorbitantemente engrosado. La cara era protuberante (prognatismo mediofacial), las cuencas oculares amplias, las mandíbulas robustas y sin mentón, y los dientes grandes. El volumen cerebral oscilaba entre 850 y 1.225 cc, con una media de poco más de 1.000 cc (en comparación con una media de 1.270 cc para los varones modernos actuales y de 1.130 para las mujeres modernas actuales). Las extremidades son anatómicamente comparables a las de los humanos actuales. En estas latitudes septentrionales, la estatura media del H. erectus puede haber sido de unos 150 cm, frente a los 160 cm de las poblaciones más tropicales.

El hombre de Pekín vivía en un entorno fresco, predominantemente estepario y parcialmente boscoso, junto a ciervos, rinocerontes, elefantes, bisontes, búfalos, osos, lobos, grandes felinos y un sinfín de otras criaturas. El hombre de Pekín habitó de forma intermitente la Cueva de Zhoukoudian, pero la cronología exacta no está clara, con estimaciones tan lejanas como hace 780.000 años y tan recientes como hace 230.000 años. Esto abarca varios períodos glaciares fríos e interglaciares cálidos. La complejidad cultural del hombre de Pekín es objeto de un intenso debate. Si sus habitantes eran capaces de cazar (en lugar de alimentarse principalmente de carroña), fabricar ropa y controlar el fuego, habrían estado bien equipados para sobrevivir a los frígidos periodos glaciares. De no ser así, habrían tenido que retirarse hacia el sur y regresar más tarde. También se discute cómo los fósiles del hombre de Pekín se depositaron predominantemente en la cueva, bien porque vivieron y murieron allí, bien porque fueron asesinados por hienas gigantes (Pachycrocuta) y arrojados allí, además de otros procesos naturales. Se recuperaron más de 100.000 piezas de herramientas de piedra, principalmente lascas pequeñas e inconsistentemente formadasde no más de 5 cm de largo, pero a veces fueron refinadas en raspadores, picadores, y, hacia el final de la ocupación, puntas, buriles, y punzones.

El yacimiento de Zhoukoudian fue catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1987. no se puede explicar como vivían pero si se puede explicar que sus restos se encontraron en una cueva

  1. en chino, 北京人; pinyin, Běijīngrén
  2. 周口店, Zhōukǒudiàn
  3. Cela Conde, C. J. y Ayala, F. J. (2001). «El grado erectus en China». Senderos de la evolución humana. Alianza Ensayo, 188. Madrid: Alianza Editorial. pp. 301-303. ISBN 978-84-206-6782-9. 

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