Navaja de Ockham

Guillermo de Ockham

La navaja de Ockham (a veces escrito Occam u Ockam), principio de economía o principio de parsimonia (lex parsimoniae) es un principio filosófico y metodológico atribuido al fraile franciscano, filósofo y lógico escolástico Guillermo de Ockham (1285-1347) (aunque investigaciones más profundas sugieren que este se puede rastrear más atrás, al menos hasta Aristóteles[1][2][3][4]​), según el cual «en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable». Esto implica que, cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja.[5]

En ciencia, este principio se utiliza como una regla general para guiar a los científicos en el desarrollo de modelos teóricos. En el método científico, la navaja de Ockham no se considera un principio irrefutable y ciertamente no es un resultado científico. «La explicación más simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la verdadera», según el principio de Ockham. En ciertas ocasiones, la opción compleja puede ser la correcta. Su sentido es que en condiciones idénticas se prefieran las teorías más simples. Otra cuestión diferente serán las evidencias que apoyen la teoría. Así pues, de acuerdo con este principio, no debería preferirse una teoría simple pero con pocas evidencias sobre una teoría compleja pero con mayores pruebas.

Lo que ha de tenerse en cuenta para medir la simplicidad, sin embargo, es una cuestión ambigua.[5]​ Quizás la propuesta más conocida sea la que sugirió el mismo Ockham: cuando dos teorías tienen las mismas consecuencias, debe preferirse la teoría que postule la menor cantidad de (tipos de) entidades.[6]​ Otra manera de medir la simplicidad, sin embargo, podría ser por el número de axiomas de la teoría.[5]

La navaja de Ockham se aplica en casos prácticos y específicos, englobándose dentro de los principios fundamentales de la filosofía de la escuela nominalista que opera sobre conceptos individualizados y casos empíricos.

  1. Brampton, C. K. (1964). «Nominalism and the Law of Parsimony». The Modern Schoolman 41 (3): 273-281. ISSN 0026-8402. doi:10.5840/schoolman196441356. Consultado el 20 de febrero de 2024. 
  2. Maurer, Armand (1978). «Method in Ockham’s Nominalism». Monist 61 (3): 426-443. ISSN 0026-9662. doi:10.5840/monist197861334. Consultado el 20 de febrero de 2024. 
  3. A. A. Maurer, “La navaja de Ockham y la anti-navaja de Chatton” (en inglés: Mediaeval Studies, 1984 (46), pp. 463-475).
  4. W. Thorburn, “El mito de la navaja de Ockham” (en inglés: Mind, 1918 (27), pp. 345-353)
  5. a b c Robert Audi (ed.). «Ockham's razor». The Cambridge Dictionary of Philosophy (en inglés) (2ª edición). Cambridge University Press. 
  6. En sus palabras: «entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem», es decir: «no deben multiplicarse las entidades innecesariamente».[cita requerida]

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