Nigromancia

Aguatinta con la imagen de Edward Kelley, alquimista, ocultista y nigromante inglés.

La nigromancia, necromancia o necromancía[1][2]​ (del lat. necromantīa, y este del griego νεκρομαντεία; unión de necros «muerte» y mantīa «adivinación») es una rama de la hechicería, considerada generalmente negra, que consiste en la adivinación mediante el examen de las vísceras de los muertos y la invocación de espíritus requiriendo, según sea el caso, contacto con sus cadáveres o posesiones en vida.[cita requerida]

La nigromancia es la disciplina o rama de la adivinación que se dedica al vaticinio del futuro mediante la invocación de espíritus. Es una práctica antigua común a la tradición mística o sobrenatural de varias culturas, entre ellas la egipcia, mesopotámica, persa, etcétera. Se ejerce aún en la actualidad y busca el contacto con el otro lado, es decir el lugar de los muertos.[cita requerida]

La aruspicina (a su practicante se le denomina arúspice) era una disciplina adivinatoria de la Antigua Roma que también pretendía adivinar el porvenir a través del examen de las vísceras, pero, a diferencia de la nigromancia, se centraba en las entrañas de los animales inmolados en honor a algún dios.[cita requerida]

  1. Real Academia Española. «nigromancia». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Real Academia Española. «necromancia». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 

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