Obediencia debida

La obediencia debida, también llamada obediencia jerárquica, es una situación social en la cual una persona o un grupo de personas tiene la obligación jurídica de obedecer a otra persona. Típicamente existe obediencia debida en las relaciones laborales individuales,[1]​ en la cadena de mandos de la jerarquía militar y en general en aquellas organizaciones de tipo jerárquico. En Derecho penal es una causa eximente de responsabilidad penal por delitos cometidos en el cumplimiento de una orden impartida por un superior jerárquico; el subordinado, autor material de los hechos, se beneficia de esta eximente, quedando subsistente la sanción penal en cabeza de su superior. En muchos casos las leyes penales han establecido que la obediencia debida no exime de responsabilidad penal cuando el autor material sabía que estaba cometiendo un delito o su ilicitud era manifiesta, como sucede en materia de violaciones de derechos humanos.[2]​ La obediencia debida, como eximente de responsabilidad penal, no debe ser confundida con la causal de justificación llamada “cumplimiento del deber”, donde el mandato no proviene de una autoridad superior, sino de la ley misma.[2]

  1. Supiot, Alain (jun 1990). «Pourquoi un droit du travail». Droit Social (Francia) (6): 485-492. 
  2. a b Albán Alencastro, Juan Pablo (19 de enero de 2014). «La obediencia debida y las violaciones a los derechos humanos». Prohomine. 

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