Patio andaluz

Patio de una vivienda particular en Moguer (Huelva).

El patio andaluz puede considerarse un ejemplo más de espacio común en la arquitectura popular de toda la cuenca del Mediterráneo. En Andalucía,[1]​ la fusión arquitectónica del mundo romano y musulmán ha generado a través de los siglos una cultura particular de los patios que en muchas localidades se manifiesta cada primavera con fiestas y concursos para incentivar su cuidado y decoración. Son especialmente celebrados el concurso de patios en Córdoba, y las fiestas de la Cruz de Mayo en todo el territorio andaluz.[2]

En estos patios se utilizan todo tipo de decoración, pero lo más significativo son las plantas que se colocan alrededor de este y por todas sus paredes, creando un entorno que evoque al jardín idílico. El inicio de la colocación de todo este número de plantas se debía a un carácter religioso, de hacer ofrendas a los dioses o de homenaje a los fallecidos. Cada persona elegía la planta que para él representaba la ofrenda y la colocaba en un lugar del patio. De esta manera se fue creando un enjambre de preciosas flores y plantas que adornaban el patio. También, estas, se colocaban para tapar los desperfectos que con el tiempo se iban produciendo en las paredes o zonas del patio, así se fueron cubriendo todos los huecos libres en las paredes. Para ellos el arte de paisaje era el arte de engañar al ojo, trasladar la naturaleza al interior de las casas y hacer que el habitante se evadiese de la vida en las ciudades envolviéndolos en un entorno de paz y tranquilidad.

  1. Arquitectura doméstica tardoandalusí y morisca: aproximación al modelo de familia y a su plasmación en la arquitectura y el urbanismo de los siglos XIII al XVI Consultado en diciembre de 2013
  2. Cruces de mayo en el atlas del Patrimonio Inmaterial.

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