Periodo amarniense

El Periodo amarniense (1353 a 1336 a. C.) designa una etapa de la historia de Egipto durante la cual el faraón Akenatón reinó en su nueva capital, Ajetatón. El nombre árabe del sitio es Amarna, de ahí el nombre del periodo amarniense.

En el plano religioso, este periodo estuvo marcado por un conjunto de reformas únicas en la historia del anciano Egipto: "el rey herético" proclamó la supremacía del dios solar Atón, cerró los templos del dios tebano Amón, prohibió el culto de los dioses tradicionales y confiscó los bienes del clero a favor del Estado.

El abandono de la tradición afectó a la iconografía, a la arquitectura, a las prácticas religiosas y en general a la vida intelectual, que se desarrollaba en torno a la religión. El arte amarniense se caracteriza por una representación de los personajes, sobre todo de la familia real, que se califica de expresionista o de caricaturesco. Esta representación contrasta con una representación delicada de la naturaleza, un naturalismo donde abundan las plantas, las flores y los animales.[1]

  1. Guerrero, Teresa. «Un nuevo orden religioso». Archivado desde el original el 15 de septiembre de 2008. Consultado el 23 de octubre de 2008. 

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