Pleno empleo

Para John Maynard Keynes el pleno empleo era una condición necesaria para un verdadero equilibrio económico. Para Keynes el pleno empleo garantizaría un aprovechamiento eficiente de los recursos humanos, productivos y de inversión; alejaría la posibilidad de nuevas crisis del sistema capitalista —como el crack del 29 y la posterior Gran depresión—; ofrecería una vacuna frente al malestar social que acaba desembocando en males mayores como ocurrió con la segunda guerra mundial.

El pleno empleo es un concepto económico que hace referencia a la situación en la cual todos los ciudadanos en edad laboral productiva —población activa— que desean trabajar, tienen trabajo. En otras palabras, es aquella situación en la que, dado un nivel de salarios reales, la demanda de trabajo es igual a la oferta.[1]

Según dicha definición, el desempleo, en una situación de pleno empleo, sería "0". En la práctica, se considera que existe "pleno empleo" aun existiendo cierta tasa baja de desempleo que respondería a un nivel de desempleados en proceso de cambio de un trabajo a otro —desempleo friccional— y a un porcentaje de personas desempleadas que, en un momento dado, no desean un empleo concreto, ya que no satisface sus expectativas laborales o personales. Por ejemplo, un profesional que se acabe de calificar podría demorarse, por decir algo, seis o doce meses en encontrar un trabajo relacionado con sus calificaciones. Durante ese periodo podría, por ejemplo, haber encontrado trabajo como limpiador de mesas en algún restaurante. Sin embargo generalmente rechazará esta oportunidad de trabajar e incluso podría llegar a trabajar gratuitamente, eso sí, en un campo dentro de sus calificaciones, para alguna empresa u organismo a fin de obtener experiencia (ver Voluntariado). ¿Las personas en estas situaciones deben ser consideradas como desempleadas? Todas esas personas pueden —o no— figurar como registradas para cobrar el seguro de desempleo y pueden —o no— ser consideradas a la hora de establecer si una economía en particular está en una situación de pleno empleo. En realidad la situación varía de país a país: generalmente, algunos "desempleados" (tales como estudiantes, amas de casa, y aquellos que han renunciado voluntariamente a sus trabajos) no cuentan, generalmente como desempleados —no se les permite firmar como tales con el propósito de recibir subsidios de desempleo. Otros, que incluyen aquellos que han terminado sus estudios, han sido despedidos de sus trabajos y aquellos que se declaran "en busca de trabajo", etc, son generalmente contados. Adicionalmente hay un grupo llamado de «desempleo disfrazado» —aquellos que no están registrados como desempleados pero sus "trabajos" no son "reales" o económicamente productivos (mendigos, etc)— que puede o no ser parte del grupo final: "empleo estacional", tales como temporeros, etc.[2]

  1. Los componentes del pleno empleo. Una perspectiva macroeconómica, por Francisco Gómez García, ICE nº 2784, 2003
  2. «¿Qué es una demanda de empleo?». Archivado desde el original el 25 de marzo de 2019. Consultado el 11 de marzo de 2019. 

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