Vanitas

Alegoría de la vanidad (1632-1636), de Antonio de Pereda, Museo de Historia del Arte de Viena

La vanitas es un género artístico que resalta la vacuidad de la vida y la relevancia de la muerte como fin de los placeres mundanos. Se considera un subgénero del bodegón o naturaleza muerta, por lo general de alto valor simbólico y alegórico. Es un término latino (vanĭtas) que significa vanidad (de vanus, «vacío»), entendida no como soberbia u orgullo sino en el sentido de futilidad, insignificancia, fragilidad de la vida, brevedad de la existencia.[1]

Este tipo de representaciones se encuentran prácticamente en toda la historia del arte: cráneos y esqueletos aparecen en los frescos pompeyanos y en la Edad Media eran frecuentes las llamadas danzas de la muerte. Sin embargo, su mayor auge se dio durante el Barroco, época en que pasó a considerarse un género independiente.[1]​ En dicho período cabe establecer su inicio en los Países Bajos en torno a 1620, desde donde se extendió por Francia y Flandes y, posteriormente, Alemania, Italia, España y otros países.[2]

Su nombre y su concepción se relacionan con un pasaje del Eclesiastés (Ec 1, 2): Vanitas vanitatum et omnia vanitas («vanidad de vanidades, todo es vanidad»).[3]​ El mensaje que pretende transmitir es la futilidad de los placeres mundanos frente a la certeza de la muerte, animando a la adopción de un estoico punto de vista sobre la vida.

  1. a b de la Plaza Escudero y Morales Gómez, 2015, p. 472.
  2. Diccionario Larousse de la Pintura, p. 2027.
  3. Revilla, 2016, p. 768.

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